martes, 22 de julio de 2014

Pensé

Y cuando creí que habías llegado al límite, me sorprendiste con algo más grande,
ojalá fueran sorpresas agradables pero no, fue el conjunto de palabras más hiriente que pude haber llegado a escuchar en mi vida porque...

...Pensé que entre tu y yo existía magía, que me querías pese a que no soy perfecta,
No pensé que necesitaba un físico de modelo para que me desearas,
No pensé que lo gordo de mi cuerpo te invitaba a no tocarme,
Creí que entre nosotros había algo llamado "amor" que eliminaba cualquier barrera...

Pero, aprovechaste la oportunidad para expresar  el repudio que te causo porque no voy al gimnasio, porque mi cuerpo está flácido, porque según tu, te esfuerzas por mejorar tu apariencia para gustarme, se te olvida que yo te amo sin condiciones, lo que haces es porque no te acepta tal cual.
Yo no he cambiado mucho desde que me conociste y pese a ello me aceptaste... y ahora, me dices que no se te antoja tocarme? que con esa panza que tengo no me deseas? ... Acaso es "asco" lo que sientes por mí??

En dónde quedó el juramento de "amarte y respetarte todos los días de mi vida" o de tu vida?

Para ti nada de esto es importante, porque no alcanzas a comprender el daño emocional que me causaste, tu justificación es decir que no hago nada al respecto, sabes algo? De verdad pensé que me amabas así como soy, con todos mis defectos y con las virtudes que pudiera llegar a tener, ya me di cuenta que nada de eso es cierto, el amor incondicional, el amor protector de ti para mi no existe. 

lunes, 10 de febrero de 2014

Bajar la guardia

Toda paciencia llega a un límite, pensé que nunca hablaría pero después de sentir el desahogo me di cuenta que hubiera sido mejor guardar silencio... en algunas familias así funcionan mejor las cosas: uno hace y deshace y los otros simplemente aceptan; yo me atreví a romper la dinámica del grupo.

No soy un "Pan de Dios", como muchas veces cierta persona me lo ha repetido, pero soy una buena persona que ayuda y hace por los demás todo lo que esté a su alcance e incluso un poco más, creo que doy lo mejor pensando que es lo que me gustaría que hicieran por mí. Sin embargo, nada en exceso es tan bueno... a veces das tanto que te cansas de no recibir, entonces se empieza a llenar el costalito y la impotencia en seguir callando cada vez es más fuerte, hasta que llega el momento en que no puedes más y alzas la voz.

Eso sucedió hace casi una semana, por algo que a simple vista parece una tontería perdí el control y expresé todo lo que sentía, medí mis palabras para no ofender a nadie, pero todo se me fue de las manos y pasé de ser "victima" a "victimaria", Cómo sucedió? Al momento no lo sé pero alguien me dijo que eché todo a perder, en pocas palabras: ya la había ca#$@o por haber manifestado mi sentir, indirectamente porque nisiquiera he hablado con la persona que me hizo que salir de mis cabales. 

Reconozco que el fin de semana fui grosera, intenté hablar como la gente normal pero creo que a nadie le agrada que le levanten la voz y preferí pasar mi mensaje y colgar, mi acción empeoró todo, fue ahí donde "me voltearon la tortilla", un drama, un show y yo lo único que quería era señalar los limites entre "los favores", "la confianza" y el "abuso", pero lo que logré fue romper un lazo de amistad, Por qué? Las cosas funcionaban mejor cuando callaba, así no agraviaba a nadie con mis peticiones.

Ahora, debo arreglar la situaciacion y bajar la guardia, no por mí, sino por aquella persona que se vio afectada cuando lo puse entre la espada y la pared.