La música es el consuelo para mi alma, cuando la chispa se encuentra apagada me aferro a la dulce melodía para reavivarla, últimamente he encontrado letras perfectas para mis diferentes estados anímicos, a veces figuro ante el mundo como una persona normal y feliz, pero las penas internas solo pueden ser expresadas con el disfraz de una nota musical agradable.
Me pensé la más feliz del mundo, experimentando cambios buenos y otros no tanto, principalmente tratando de mantener el barquito flotando, el corazón enamorado e ignorando malos ratos, pero por mas que me aferro sigo sin entender que el mundo no es rosa ni el león como lo pintan...
¿Qué me queda? Cantar frustraciones acompañadas de una nota alta, un grito desesperado en el intento de dejar todo solucionado.
Las cosas no están mal, es solo que la lucha de poderes momentáneamente no nos permite congeniar, siempre queremos ganar sin entender que no se trata de triunfar, la armonía duerme mientras la guerra se divierte hiriéndonos de frente.
Algún día mis palabras se convertirán en canción de amor, desamor o simplemente un medio de expresión, mientras ese momento llega continuaré interpretando el mensaje de uno que otro autor.
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