lunes, 3 de mayo de 2010

Quizás algún día me voy

Las dolencias del alma se curan con amor al corazón, por ello trataré de eliminar con cicatricure las marcas que tus palabras en mi vida van dejando, cada día son más intensas, más llegadoras, sobre todo... más dolorosas.

Empecé a leer un libro sobre la inteligencia emocional, no soy inteligente pero comprendo el significado, espero en él encontrar las respuestas a estas crisis, a este llanto y a tus desencantos.

No sé por qué cuando mis sueños están casi tocando el cielo, llegas con tu tirabolitas y los tumbas hasta el suelo, qué hice yo para no poder agradarte? qué hiciste tu para merecer que te ame?

Te amo, pero me dejaste como una tabla cuando le quitas los clavos, perdono y desclavo cada ofensa pero los huecos se mantienen para recordar el por qué de su existencia.

Gracias por la vida que me prestas, quisiera que algún día me la regalaras para reavivar la chispita de luz que con cada lágrima va quedando casi apagada... Si pudiera ser mía la llevaría a mi extraño mundo de las maravillas.

Ya casi llega el momento en que tome las riendas de mis años, espero de favor no verte una lágrima derramar porque de nadie será culpa, solo partiré para regalarte tranquilidad, tal vez y así logremos algún día congeniar.

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