Una forma de demostrarte en silencio lo mucho que te amo es ofreciendote algunas partes de mi cuerpo que puedan recordarte que por tí yo vivo, por tí yo siento, por tí yo muero...
Puedo cantar acompañada por una guitarra las ideas ocultas tras estas letras plasmadas que van formando palabras, palabras guiadas por una sola melodía que conjuntas moldean frases escritas,
frases escritas que envueltas en un mar de caricias dan vida a esta armonía...
Te ofrezco mis ojos para que por medio de ellos mires lo que nadie más puede ver,
te ofrezco mi nariz pequeña para que de ella obtengas mi aire para tu respirar,
te ofrezco mis labios carnosos para que de ellos adquieras el manantial que sacie tu sed,
te ofrezco mis oidos para que los pongas cerca de tu corazón y escuches los latidos de mi amor.
Te ofrezco mis brazos para que en tus momentos de flaqueza en ellos encuentres la fuerza,
te ofrezco también mis manos pachonchitas para acariciar tus mejillas hasta ponerlas rosaditas,
te ofrezco mi pecho para que descanses en él, dormido o despierto yo te quiero proteger,
te ofrezco mis caderas poco afiladas como sitio para resguardar tus noches más desoladas,
Te ofrezco mis piernas y pies para que cruces mis caminos a los que te llevaré,
te ofrezco los poros de mi piel para que transpires por ella el sudor de tu placer.
Te faltan tantas cosas de mi por conocer, me falta tanto de ti por aprender,
sin embargo te invito a descubrir que más te puedo ofrecer...
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